El lago de los cisnes en el 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana
- Publicado por: Elizabeth Núñez
- 11 / 04 / 2014
El lago de los cisnes, un clásico esperado por el público, se podrá disfrutar hoy en este 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana, con las actuaciones de la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba Viengsay Valdés, junto al artista de origen ucraniano Ivan Putrov.
Paradójicamente, su primera presentación en 1877, en el famoso Teatro Bolshói de Moscú, recibió abucheos, debido a la pésima coreografía de Julius Reisinger.
La obra no murió gracias a la iniciativa de los coreógrafos del Teatro Mariinsky de San Petersburgo Marius Petipa y de Lev Ivanov, quienes se propusieron rescatar la pieza en 1895 en homenaje al fallecido compositor de la partitura, Piotr Ilich Chaikovski.
Pese a que el músico nunca lo llegó a percibir así, en esta obra confluyen su genialidad artística y una dramaturgia atractiva representada por dos personajes muy seductores: el cisne blanco, inocente, frágil, puro de alma, y el cisne negro, perverso, seductor, agresivo.
A fines del siglo XIX, el gran coreógrafo Marius Petipa y su aprendiz más cercano, Lev Ivánov, dieron mayor realce a esa trama de amor imposible y lucha entre contrarios al reorganizar la fracasada estructura inicial y montar pasos de belleza y, sobre todo, complejidad para la época.
La intérprete principal Pierina Legnani pasó a la historia como la primera bailarina en conseguir la proeza de ejecutar 32 fouettés, especie de giros sobre una misma pierna en punta mientras la contraria abre en forma de látigo.
Cuenta una leyenda, que la danzarina italiana ponía un rublo (moneda rusa) en el piso, con una tiza marcaba la circunferencia y en ese pequeño espacio hacía los fouettés, sin salirse en ningún momento del círculo trazado en el piso.
Este momento de la coda es uno de los más esperados por espectadores en todo el mundo, aficionados a la pericia acrobática, incluso algunos cuentan los dobles, triples y quíntuples giros, claman por cierres espectaculares y condenan a cualquier artista que no llene las expectativas.
En la segunda mitad del siglo XX, Alicia Alonso construyó su propia versión a partir de la de Petipa e Ivánov, con una demanda técnica superior, en correspondencia con el virtuosismo que ella misma podía y gustaba exhibir.
Este clásico obligatorio en el repertorio de todas las grandes compañías del mundo, estará a disposición del público en el propio teatro Karl Marx el próximo 6 de noviembre, con los cubanos Yolanda Correa y Joel Carreño en los papeles principales.
Mientras, Sadaise Arencibia, Amaya Rodríguez y José Losada, actuarán el 7 de noviembre.
Fuente: Prensa Latina
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