A un año de reforma migratoria de Cuba, billetes y visas complican a turistas cubanos
- Publicado por: lena campos
- 01 / 15 / 2014
La reforma migratoria de Cuba, que este martes cumple un año, duplicó la cifra viajeros a Estados Unidos pero el precio de los billetes y los visados de los países extranjeros son una complicación para los turistas cubanos.
Estados Unidos, principal destino de los cubanos, calificó como “un paso sumamente importante” esta reforma del presidente Raúl Castro, que el 14 de enero de 2013 eliminó de un plumazo los “permisos de salida” que durante medio siglo necesitaron los cubanos para viajar al exterior.
“Reconocemos que éste fue un paso sumamente importante y positivo para el pueblo cubano”, dijo el viernes en La Habana el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental en funciones, Edward Alex Lee.
“Nuestra contribución a eso es tratar de ampliar nuestras facilidades (…) para atender una demanda que ha incrementado 100%”, agregó Lee, quien informó que en 2013 fueron otorgadas 32,000 visas de turismo y trabajo a cubanos, aparte de las 20,000 anuales para emigrantes.
La reforma eliminó las trabas legales para salir de Cuba, pero han seguido existiendo otros obstáculos, entre ellos el económico: el billete aéreo más barato (hacia México) cuesta más de 300 dólares, en un país donde el salario promedio es de 20 dólares al mes.
Un boleto de avión a Miami vale 500 dólares, a Madrid 1,200 dólares y a Río de Janeiro 1,500 dólares (no hay servicio marítimo de pasajeros desde hace medio siglo). El pasaporte cubano cuesta 100 dólares.
Otro obstáculo no menor son las visas, que casi todos los países exigen a los cubanos, salvo un puñado de islas del Caribe y Mongolia. Tras la reforma, los consulados extranjeros en La Habana aumentaron los requisitos para otorgar visas con el fin de contener a potenciales emigrantes.
Las visas también resultan caras para los cubanos: para España vale 60 dólares y para Estados Unidos 160 dólares, dinero que no se devuelve en caso de rechazo. Para Chile cuesta 28 dólares pero se paga sólo si es otorgada.
Estados Unidos suele ser muy riguroso para conceder visas, pero es más flexible para otorgarlas a cubanos mayores de 60 años, pues mayoritariamente regresan a la isla.
En prácticamente todos los consulados los solicitantes deben demostrar, documentos en mano, que tienen altos ingresos, que poseen casas y autos o dinero en el banco. Si hay sospechas de que pretende emigrar, la visa es denegada.
“Me la negaron por segunda vez (la visa para Estados Unidos)”, se lamentó una ama de casa de 53 años de San Antonio de los Baños, un pueblo cercano a La Habana, que dijo que quería visitar a su hijo en Texas.
Hay consulados que incluso piden a los postulantes su libreta de racionamiento para demostrar que tienen “arraigo” en la isla, y son muchos los que exigen una carta de invitación.
El consulado español también exige que el postulante presente un seguro médico (que vale 2.75 dólares por día), así como dinero en efectivo para demostrar solvencia: 64.14 euros (87 dólares) por cada día del viaje.
“Tuvimos que mostrar 5,772 euros, ellos los contaron y nos devolvieron el dinero de inmediato”, explicó un profesional de 60 años de La Habana, que consiguió para él y su esposa visas por 45 días para España, donde viven sus dos hijos y un nieto.
Debido a la alta demanda conseguir turno para la entrevista consular toma alrededor de un año para Estados Unidos, un mes para España y unos dos meses para naciones latinoamericanas.
Pese a estos obstáculos, la reforma provocó un récord de viajes de cubanos: 250,000 en los primeros 10 meses, 35% más que en 2012, aunque sin causar la estampida que algunos vaticinaban.
La medida también favoreció al millón y medio de cubanos emigrados, que ahora no necesitan pedir permiso para visitar la isla.
Sin embargo, la reforma no acabó con las salidas ilegales desde Cuba, a veces en arriesgadas travesías en el mar en precarias embarcaciones.
“Hemos visto que no se han eliminado las salidas ilegales. La causa es la visa. Las personas que no pueden obtener una, (porque) no califican, prueban suerte (en el mar)”, dijo el segundo jefe de migración, coronel Lamberto Fraga, sin dar cifras.
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