Cuba Headlines en Español

Noticias de Cuba, Noticias de Última Hora en Cuba y el Mundo.



 Los titulares de prensa en la isla están concentrados en desinformar al público cubano y extranjero sobre las prioridades del gobierno respecto al desarrollo de las fuentes de energía.

Un ejemplo de ello es el recién concluido congreso de la Asociación Mundial de Energía Eólica y la Exposición de Energía Renovable WWEC2013, que sesionó en La Habana a principios de este mes.

El director del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER), Conrado Moreno, declaró en conferencia de prensa que Cuba planea generar hacia el año 2030 al menos un 10% de energía eléctrica a partir de fuentes renovables.

Para ello el directivo elogió el “gran desarrollo eólico en los últimos años” que exhibe Cuba, país que, además “tiene un programa para mostrar al mundo”, expresó.

Como resultado de ese “programa”, de menos de 0,5 Megawatt (MW) de capacidad instalada en el 2005 (energía eólica), el país en el 2010 apenas llegó a los 12 MW.

Es sospechoso que a este congreso de la Asociación Mundial se lleve una cifra tan desactualizada, y además, resulta significativo que sea un valor tan poco impresionante, pues lo cierto es que representa apenas el 0,08% de la producción energética total del país.

Quizás ello explica por qué tardarán trece años más para generar un 10%, cifra que incluye al resto de las fuentes renovables de energía que se explotan en Cuba.
Biodiesel cubano

Biodiesel cubano

Lo cierto es que Cuba tiene en la actualidad 9343 molinos de viento, 15 aerogeneradores, y 4 parques eólicos, para una potencia instalada de 11,7MW, con lo que se ubica en el puesto 69 a nivel mundial.

Como punto de comparación podemos mencionar que en 2010 Nicaragua exhibía una capacidad generadora de 40 MW solo a partir de energía eólica, lo que equivale al 5% de la potencia instalada en esa nación, mientras que Cuba genera actualmente el 4% de su electricidad mediante el uso de fuentes renovables de manera general.

No obstante, el optimismo criollo parece indetenible, y los especialistas hacen loas del mayor parque eólico cubano (51 MW), que se construye en la costa norte de la oriental provincia de Las Tunas, un sitio “de condiciones ideales”, que debe ser terminado el año próximo.

Se estima que este parque podría generar unos 153 GWh al año, evitando el empleo de unas 40 mil toneladas de combustible fósil.

No sin altercados a diferentes niveles, el gobierno ha logrado que las agencias que otorgan las licencias ambientales para tales obras, las concedieran de manera casi expedita, al permitirles a los técnicos apenas una semana para la prospección de datos.

Energía eólica a debate

La energía eólica es un recurso abundante, renovable, limpio, y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero los cubanos no hemos sido informados en profundidad de las conveniencias y limitaciones, ni consultados finalmente para su puesta en práctica.

Aunque la energía eólica ostenta una Tasa de Retorno Energético* bastante alto (18,1:1), también tiene una limitante significativa: su intermitencia, por la falta de viento constante.
Aporte de la biomas en Cuba.

Aporte de la biomasa en Cuba.

De acuerdo con especialistas, en la costa norte cubana el régimen de viento no es homogéneo, y es fuertemente influenciado por condiciones locales, debido a la positiva interrelación entre los vientos alisios y las brisas locales, así como los eventos meteorológicos estacionales.

Por ese motivo, la energía eólica es subsidiaria de combustibles fósiles y no puede ser utilizada como fuente única, pues siempre es indispensable un respaldo con energías convencionales, que por demás, al funcionar en “modo respaldo”, consumen mucho más combustible por kW/h producido.

El subsidio fósil viene dado además por la necesidad de estos durante el proceso de construcción de las instalaciones (minería de materiales, transporte, procesos industriales) y posteriormente durante los imprescindibles mantenimientos.

Otro inconveniente es la necesidad de una velocidad mínima en el viento para poder mover las aspas de los aerogeneradores, pero también existe una limitación superior de velocidad que si se sobrepasa, fuerza la desconexión del circuito de la red.

Además del ruido que emiten y la ruptura con el paisaje, se ha reportado que estos parques eólicos pueden afectar las rutas de las aves migratorias, o las zonas donde aprovechan los vientos de ladera, mientras que la apertura de nuevas vías de acceso y la constante presencia humana, afecta la fauna local.

Todas estas limitaciones e impactos, por supuesto, no deberían conducirnos al rechazo absoluto de esta tecnología, pero sí a repensar el modo en que se implementa y su coherencia con el proyecto de desarrollo global del país, así como a exigir información verídica.

Sin ningún reclamo legal por parte de nadie, Cuba ha venido trabajando hace décadas sin un reglamento jurídico acerca de la energía renovable, aunque el director del CETER aseguró recientemente que “un grupo de trabajo busca implementarlo [el reglamento] de forma adecuada al modelo de desarrollo económico” cubano.
Polo petroquimico

Polo petroquimico

¿Y el petróleo?

Pero lo más preocupante son los énfasis mediáticos, vendiendo una imagen de isla sustentable y ecológica, cuando en realidad anhela otros derroteros más redituables, al margen de su impacto ambiental.

“Cuba exhibe un gran desarrollo eólico en los últimos años” / “Cuba dispone de un mapa eólico (…) del cual solo disfrutan países de muy alto desarrollo” / “El proyecto cubano de energía renovable abarca las fuentes fotovoltaicas, con un fuerte desarrollo desde los años 90” / “la «solarización» del sistema energético cubano” / “La potencia de generación eléctrica con fuentes renovables de energía crecerá en 949 MW”, etc.

A la par de los grandilocuentes reportes periodísticos sobre estas fuentes “verdes” de energía, avanzan casi en silencio los proyectos de extracción de petróleo en la plataforma cubana. Ello significa que el gobierno continúa haciendo una dura apuesta por esta fuente de energía contaminante.

Los técnicos y el gobierno cubanos esperaban alcanzar antes del 2010 el 90% de la generación de electricidad usando el petróleo nacional, mas no lo lograron.

De acuerdo con declaraciones recientes del especialista Jorge Piñón, Director Asociado del Programa de Energía para América Latina y el Caribe, en un período de cinco a siete años Cuba podría estar produciendo 250 mil barriles diarios de crudo.

Los entusiastas expertos del gobierno cubano calculan que el área en el Golfo de México contiene unos 20 mil millones de barriles, mientras que el cálculo del Servicio Geológico de EE.UU. es más modesto: de unos 5 mil millones en el área.

Los resultados han sido negativos hasta el momento. La plataforma Scarabeo 9 tuvo que retirarse de la llamada Zona Económica Exclusiva el año pasado, después de tres intentos fallidos de hallar petróleo.

Para ponerle la tapa al pomo, hace apenas dos semanas la rusa Zarubezhneft pospuso hasta 2014 su programa de perforación, debido a “complicaciones de carácter geológico”.
Montaje campo eolica en Gibara, Holguín.

Montaje campo eolica en Gibara, Holguín.

Pero los fiascos no alcanzan a difuminar el sueño petrolero de las élites cubanas, quienes continúan invirtiendo millones en infraestructura.

Después de la intensiva modernización de las plantas termoeléctricas llevada a cabo hace diez años, ahí están ahora los trabajos en la refinería de Cienfuegos, el ducto de Cienfuegos a Matanzas, el almacenaje para 600 mil barriles en Matanzas, el megapuerto de El Mariel a un costo de unos mil millones de dólares, y mucho más.

Mientras tanto, Venezuela envía actualmente un promedio de 100 mil barriles diarios a la isla, de los cuales PetroCaribe financia unos 30 mil barriles, acuerdo establecido por 25 años y con tasa de interés solo del 1 %.

¿Qué hará Cuba en 2030, cuando alcance esa anunciada producción del 10% de energía renovable? ¿Habrá ya encontrado su petróleo? ¿Renunciará a él? ¿Lo venderá a EE.UU.?

El último reporte del National Intelligence Council, la oficina de análisis y de anticipación geopolítica y económica de la CIA, señala que para el 2030 EE.UU. (principal importador actual de hidrocarburos) sería autosuficiente en petróleo, y los precios podrían derrumbarse a nivel mundial.

Es preciso reconocer que los hidrocarburos siguen siendo el principal recurso energético a nivel global, y que, al igual que el mundo, Cuba no cuenta con la infraestructura o programas necesarios para transitar a una economía pospetróleo.

Ampliación de las fuentes de energía

Muchos especialistas concuerdan en que la diversificación y ampliación de las fuentes energéticas debe ser un pilar determinante en el futuro esquema productivo cubano.

Desde la opción del gas natural (el menos contaminante de todos los hidrocarburos), hasta las fuentes renovables como el etanol producido a partir de caña de azúcar, la energía eólica, la fotovoltaica, el biogás, todas parecen ser factibles de desarrollar acá.
Aportes de la energía renovable en Cuba.

Aportes de la energía renovable en Cuba.

Sin embargo, el aporte de las fuentes de energía renovables en 2011 fue de casi 2 millones de toneladas equivalentes de petróleo menos que en 2001, según un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas, que muestra una década de franco declive, coincidente con el “entusiasmo petrolero” de estos últimos años y el cierre de muchos centrales azucareros.

En este descenso el mayor aporte lo hace la biomasa (principalmente bagazo de caña), mientras que entre los dispositivos para obtener este tipo de energía primaria, el mayor aporte lo realizan las hidroeléctricas cubanas, relegando por completo a los aerogeneradores a un quinto puesto.

Por demás, especialistas del ramo se han quejado en años anteriores de que la Ley Eléctrica Cubana no estimula especialmente el uso y comercialización de las energías renovables.

Lo cierto es que ninguna de estas fuentes provee una solución mágica y única al problema del déficit energético, y muchas contienen en sus paquetes tecnológicos, insolubles problemas bioéticos. En todo caso, remarcan que las demandas de la sociedad contemporánea son insaciables, porque así ha sido diseñada por el capitalismo global.

El desarrollismo, la obsolescencia programada, la enajenación de los individuos y colectivos en los procesos productivos, la externalización de los costos, el endiosamiento del consumo, las políticas proteccionistas a los bancos y organismos financieros internacionales, esos y muchos otros problemas están en el fondo de la crisis energética, que más que eso, es una crisis civilizatoria.

Según palabras del antropólogo social Emilio Santiago Muiño, “una sustentabilidad que no sea marketing implica cambios profundos en los modos de vida”.

La mentalidad de los economistas y políticos cubanos no parecen entenderlo. Sufren esos mismos males señalados, y son apoyados con total irresponsabilidad por buena parte del sector científico nacional, sin intentar reinventar la idea hegemónica de “desarrollo”.

En la concluida conferencia mundial sobre energía eólica, Cuba busca crear una cartera de negocios con vistas a la realización de contratos y la ampliación de las capacidades de producción, lo cual parece loable, pero sobre todo coherente con el pragmatismo de conocedores analistas dentro y fuera de la isla, quienes buscan una reinserción acrítica de la economía cubana en los mercados internacionales.

Fuente: Havana Times.org

Noticias relacionadas

Comments