• Publicado por: lena campos
• • Cine
• 06 / 17 / 2013

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El primer mercado de Cine del Caribe atraerá a esta capital a gente del ámbito cinematográfico para proponerles nuevas miradas a una realidad minimizada por la industria cultural.

Este inédito bazar coincide con la Muestra Itinerante de Cine del Caribe, cuyo presidente, el realizador cubano Rigoberto López, consideró necesaria para dar más visibilidad a creadores del área.

El evento internacional promueve películas producidas por autores de la región, y brindará a directores de festivales, exhibidores, distribuidores y sujetos afines apreciar la obra caribeña.

Largometrajes de ficción, documentales y animados producidos por cineastas y cinematografías del Caribe del 2000 al 2012 estarán a disposición también de empresarios interesados en co-producir.

Según los organizadores, este acontecimiento propiciará además la realización de acuerdos, convenios y negociaciones para exhibiciones de estas propuestas en circuitos más comerciales que alternativos.

A su vez, la muestra itinerante llega a esta capital con 21 filmes que reflejan la amplia variedad cultural y lingüística del Caribe, muchas veces víctima de una visión excesivamente folclórica.

López se mostró optimista sobre el impacto que podría tener esta iniciativa en el desarrollo cinematográfico del área.

El director del documental Del son a la salsa elogió los valores de los realizadores caribeños, cuyos premios internacionales echan por tierra el criterio de que se trate de un cine menor.

De hecho, la programación de la V Muestra se caracteriza por la profundidad de los documentales, que dibujan la idiosincrasia de una región a partir de historias de vida muy puntuales.

Voces del Silencio, Sonó Tite Curet, La mística del Baobad, La reina del pueblo, Figueroa y Dudamel, destacan entre las 21 obras que serán proyectadas en la Sala Chaplin del 12 al 17 de junio.

López aseguró a Prensa Latina que la Muestra es necesaria, entre otras razones, porque acercará a un público conocedor como el cubano a la riqueza fílmica de un área paradójicamente cercana y extraña.

"La herencia africana es el denominador común de la caribeñidad, por llamarle de algún modo, y que culturalmente nos une, pese a la diferencia de idiomas y razas", precisó el realizador cubano.

Fuente: Prensa Latina