• Publicado por: lena campos
• • Arte y Cultura
• 05 / 05 / 2012

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El pianista Omar Sosa dice que descubrió su voz musical mientras vivía en Oakland en la década de 1990. "Con amigos como Greg Landau y John Santos, hemos construido algo juntos más allá del jazz latino", dijo Sosa.

Omar Sosa pasó poco más de una décima parte de su vida en Bay Area, pero le da crédito a los cinco años de formación de su visión musical global.

Nacido y criado en Cuba, el pianista formado en los conservatorios absorbió el canon occidental clásico y un compendio de estilos populares cubanos y folklórico antes de irse a casa. En 1995, después de explorar la cultura afro-ecuatoriana en Esmeraldas, se asentó en Oakland, donde creó fuertes lazos con músicos como John Santos, Greg Landau, Richard Howell, Chadly Yassir y Stallings Ron.

Fundamentalmente ha vivido en Barcelona, ​​España, desde 1999, Sosa ha seguido creciendo y ahora tiene un sonido de grupo que ya abarca los modos marroquíes y los cantos yoruba, versos de hip-hop y la improvisación del jazz.

"Me siento nostálgico por Bay Area en primer lugar, y después por Cuba", dijo Sosa, de 47 años, a través de Skype desde la isla balear de Menorca, donde ha vivido con su esposa y sus dos hijos desde el año pasado. "Se supone que sea lo opuesto, pero he desarrollado todo lo que hago en Bay Area. Con amigos como Greg Landau y John Santos, hemos construido algo juntos más allá del jazz latino."

Sosa vuelve a Bay Area en la tarde del domingo para dar inicio a l Festival Yerba Buena Gardens con su cuarteto Afreecanos con el saxofonista tenor, el percusionista Peter Apfelbaum, el bajo eléctrico de Childo Tomas y la batería de Marque Gilmore. La serie libre se extiende hasta octubreo con más de 90 eventos, incluyendo danza, poesía, teatro, música y programas para niños con una gran variedad de artistas internacionales.

Sosa se remonta a los orígenes de la banda Afreecanos ahora en Bay Area, cuando oyó por primera vez Apfelbaum's Hieroglyphics Ensemble  y se dio cuenta de que había descubierto un espíritu afín. Sin embargo, el multi-instrumentista criado en Berkeley se mudó a Brooklyn poco después, y no fue hasta años después que Sosa tuvo la oportunidad de contratar a Apfelbaum para una gira por Europa.

"Pedro es uno de mis héroes", dijo Sosa. "Recuerdo haber visto a los Hieroglyphics y pensar que esta música es lo que yo quiero tocar. Pedro comenzó en los teclados, y luego se pasó al saxofón y luego a la batería. Tengo que conocer a este tipo!"

Sosa se reunió conTomás apenas unos días después, el bajista mozambiqueño se trasladó a Barcelona a finales de 1990. Inmerso en las raíces del sur de África "puso su toque en mi música", dijo Sosa. "La música viene de mí, y él le pone el sello de África de la manera que siempre soñé".

Gilmore nacido en Estados Unidos, residente en Estocolmo es la adición más reciente al grupo. Sosa escuchó por primera a este miembro fundador de la Black Rock Coalition  durante el encuentro con el baterista Joe Zawinul, y se dio cuenta de su ágil ritmo pero metronómico sería el motor ideal para su grupo. Después de cinco años juntos, el cuarteto continúa recibiendo sus importantes influencias, aunque él permanece arraigado en los fundamentos.

"Estamos presentando una visión de África con voz contemporánea, la marca en el alma", dijo Sosa. "Siempre miramos a Pedro. Él es el único blanco en la banda, y nos dicen: 'Tú eres más negro que todos nosotros." Hacemos un llamado a Pedro Afribaum ".

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