Turismo low-cost: Para moverse al son cubano
- Publicado por: manso
- 08 / 23 / 2010
Los cubanos madrugan, y en esto conviene imitarlos. El calor y los problemas de transporte marcan los horarios en la capital de esta isla donde las excepciones son la norma; donde lo imprevisto es lo más previsible, y hasta el viajero tendrá que resolver para que nada ni nadie le arruinen el día o el bolsillo.
La Habana
-El Bus Tour y los Cubataxi son las mejores opciones de transporte.
-Evite paseos largos en las tórridas horas del mediodía y la tarde temprana.
-Beba agua, zumo, cerveza, mojito o daiquiri; nunca vino sin ver precios.
-Para todas las edades, las maquetas del castillo de la Real Fuerza y el Acuario
Antes de salir, ojo con el cambio de moneda. Salvo que no le importe pagar un 11% o más de comisiones, el turista europeo deberá olvidarse de tarjetas de crédito y dólares. Llegará con euros en metálico y los cambiará a pesos convertibles o CUC en las oficinas de Cadeca (cajas de cambio) que hallará en el aeropuerto y por toda la ciudad.
Toda jornada low cost para el visitante de La Habana habrá de comenzar con un buen desayuno en el hotel o la casa particular donde se aloje. No hay mejor opción, al menos que sepamos.
En la ciudad no hay playas públicas de arena; sólo de arrecife. Los habitantes de la capital se van a Playas del Este, situadas a unos 25 kilómetros. ¿Cómo llegar? Desde el año pasado operan en la ciudad unos fantásticos autocares, los Habana Bus Tour, que le llevan hasta allí desde el parque Central. Salen cada 35 minutos y hacen nueve paradas en las que uno puede bajarse y subirse a su antojo con el mismo ticket, que cuesta 3 CUC (algo menos de 3 euros).
Sigamos con el Bus Tour, que nos llevará lejos. El servicio tiene otras dos líneas - ambas con vistosos vehículos de color rojo y un piso superior descubierto-que nos permitirán conocer gran parte de la ciudad, incluidos el malecón, los barrios del Vedado y Miramar y algunos puntos del centro histórico. Estos dos trayectos pasan por la plaza de la Revolución, así como por sitios de interés y algunos de los principales hoteles. Es, en suma, la mejor ayuda al turista en una ciudad por lo demás muy mal dotada de transporte público.
Si quiere ir a un lugar concreto fuera de esas rutas, recurra a los coches de Cubataxi. Los blancos son los más baratos, seguidos de los rojos. En todo caso, no deje de exigir taxímetro o negociar duramente el precio antes de arrancar.
La Habana Vieja hay que recorrerla a pie. Cuatro plazas son sus puntos cardenales: la de la Catedral, San Francisco, la plaza Vieja y la de Armas, donde por 1 CUC puede visitar un excelente museo de maquetas de barcos y de tesoros en el castillo de la Real Fuerza. Igualmente obligatoria es la calle Obispo, una bulliciosa concentración de comercios y bares con música cubana en vivo, incluido el Floridita.
Si la playa y el paseo que haya elegido le dejan hueco para almorzar con calma, puede acercarse a El Aljibe, en Miramar. El pollo asado es la especialidad de la casa. Incluye arroz, frijoles, patatas fritas y ensalada, y un plato basta para dos personas. La cuenta rondará los 15 CUC siempre que no pida vino, lo cual nunca debe hacerse en Cuba sin consultar antes los precios.
Para la cena, una propuesta diferente: el restaurante del Acuario Nacional (también en Miramar y con parada de autobús). La interesante oferta de pescado y marisco se acompaña con un atractivo espectáculo de delfines y buceadores tras una enorme mampara de cristal. La mayoría de los clientes suelen ser cubanos. Y hasta hace poco no había problema para encontrar mesa.
Pero atención: la reciente visita de Fidel Castro al lugar puede haber incrementado las colas.
Fernando García | 23/08/2010 | Actualizada a las 12:18h | Viajes
Fuente: /www.lavanguardia.es/
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