• Publicado por: manso
• • Teatro
• 08 / 09 / 2010

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Garabato, uno de los mejores proyectos de teatro de la provincia, enfrenta durante toda esta semana su temporada teatral Garabateando un sueño.

Después de haber arribado a sus 15 años de labor sobre las tablas, Garabato, uno de los mejores proyectos de teatro de Sancti Spíritus, la provincia enfrenta durante toda esta semana su temporada teatral Garabateando un sueño, que incluye un programa especial trasmitido por Radio Vitral, un plan de la calle gigante en el barrio de Jesús María, donde también habrán fiestas de cumpleaños, miniferias del libro, exposiciones de Artes Plásticas y presentaciones de grupos invitados.

Desde el martes pasado se vienen sucediendo funciones de teatro de títeres con la casi totalidad de los grupos del Consejo Provincial de las Artes Escénicas en diferentes locaciones de la ciudad de Sancti Spíritus, al centro de Cuba,  así como un toque de tambor para conmemorar el cumpleaños 16 del grupo que dirige José Meneses, fundador de Garabato.

Piedra Gorda fue el elenco de aficionados que dirigió durante algunos años y de hecho el embrión del Festival Nacional de Teatro de Aficionados Olga Alonso; desapareció cuando Meneses decidió fomentar su grupo profesional actual, formado exclusivamente por hombres y uno de los pocos del país que trabaja los zancos en los tradicionales pasacalles.

Desde entonces, Garabato ha venido abriéndose paso apoyado en el carácter voluntarioso y el ego profesional de su líder:
”El grupo tiene en la actualidad ocho actores, cuatro evaluados y el resto en etapa de formación, razón que nos obliga a trabajar muy duro. Ya después de cierta edad no se puede manejar el zanco, cantar, bailar y conocer los secretos del movimiento escénico. Otros

colectivos de la provincia utilizan títeres, pero siempre he querido algo distinto, por eso mi repertorio está integrado, en su mayoría, por el clown.

La filosofía de Garabato tiene un componente callejero, no sólo en los zancos, sino también en el uso de esperpentos y peleles gigantes que se incluyen dramatúrgicamente en cuadros y prescinden de argumentos; así el público que va pasando tiene la oportunidad de interactuar con el espectáculo sin seguir un hilo conductor detrás de un retablo como lo hacen los titiriterosclásicos. Para los niños la posibilidad es más rica al conjugarse escenografía, espacio y el cuerpo del juglar animando la humanidad virtual del muñeco”.

En el dossier del grupo figuran espectáculos de gran formato: Pasen, señores, pasen, primera obra espirituana invitada a un Festival Nacional de Camagüey; Alto, alto como un pino, variedades con zancos, y en fase de montaje Ñañá seré, homenaje a las comparsas artísticas en Sancti Spíritus. Entre los de despliegue más modesto figuran El gato con botas y El patito feo.

Por eso, las preferencias del colectivo por el teatro de calle se explayan en el criterio de su director: “El teatro de calle no tiene edad”.

Garabato tiene a su disposición el cine Serafín Sánchez desde hace cinco años, tiempo en que debería haber concluido la reparación capital que incluye un tabloncillo, más de 200 butacas, una planta alta para la proyección de audiovisuales, conferencias y una salita alternativa; se pretende además convertir el cine en una academia de arte teatral y dotarlo de un taller de atrezzo y escenografía para los siete grupos con que cuenta el Consejo Provincial de las Artes Escénicas; pero lamentablemente el empeño está detenido.

José Meneses es uno de los directores mejor dotados del territorio y experimenta una satisfacción especial cuando la estética de su trabajo tiene que ver con la ciudad, por eso espera que Sancti Spíritus premie un día a Garabato entregándole simbólicamente las llaves de la nueva sala donde los pequeños, y también los adultos, hallarán una nueva dimensión del espectáculo magnificada por la magia del teatro.

Por Manuel Echevarría Gómez
 
Fuente: Escambray