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• 07 / 22 / 2008

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A partir del monitoreo realizado por el Sistema Nacional de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica (SINVCA) sobre los principales contaminantes gaseosos que se vierten a la atmósfera, la tendencia es al aumento de estos, fundamentalmente de los compuestos oxidados, los cuales pueden provocar diversos efectos nocivos en los ecosistemas terrestres y acuáticos, y sobre la biodiversidad asociada a estos.

Las mediciones indican que si bien las concentraciones de los principales contaminantes de la atmósfera se encuentran por debajo de la máxima admisible en muchos territorios, existen áreas, especialmente ciudades, que presentan un alto nivel de contaminación, como Cienfuegos y Nicaro; otras con un nivel muy alto, como Santiago de Cuba y Matanzas; y áreas con nivel extremo en Moa, Nuevitas, Mariel y Ciudad de La Habana.

A su vez, y a pesar de las dificultades existentes en el sistema de monitoreo de contaminantes, el cual no está completamente extendido ni funciona de manera estable por carencias económicas, se ha determinado que las emisiones brutas de gases de efecto invernadero (GEI) han ascendido.

Según el informe del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente al presentar el Programa contra la contaminación ambiental, las principales causas de esta en el país radican en el uso de tecnologías obsoletas en instalaciones industriales y de servicios.

Otras causas igualmente importantes son la ausencia de sistemas de tratamiento de emisiones a la atmósfera, el mal estado técnico de muchos transportes, los incendios forestales, la quema de pastizales, así como la falta de una norma técnica que establezca los requisitos para las emisiones a la atmósfera, y de un sistema de monitoreo para medir la calidad del aire.

Sobre estas problemáticas debe incidir el Programa Nacional de Lucha contra la Contaminación del Medio Ambiente, que incluye al ruido como otro factor contaminante, y que implica que a partir de su publicación cada ministerio y entidad central deberá presentar en el plazo de 180 días su propio programa de eliminación de las fuentes nocivas para el ambiente.

Las acciones van desde la definición de normas técnicas para las emisiones de gases nocivos en la industria o los servicios, hasta acciones educativas a diferentes niveles de la población e incluso reforzar las medidas que se imponen a los infractores, tanto individuales como en el orden empresarial.

A su vez prevé garantizar una acción coordinada y sistémica entre los causantes de contaminación, quienes luchan por mitigarla y el Estado, que permita acciones conjuntas de mitigación y reducción, así como la disponibilidad de recursos necesarios para ello.

Este programa complementa la Ley 81 «Del Medio Ambiente» y a su vez actualiza la Estrategia Ambiental Nacional, aprobada en 1997, que agrupa una serie de directrices y acciones para incentivar y hacer cumplir el deber que tienen el Estado, los ciudadanos y la sociedad en general de proteger el medio ambiente mediante su conservación, preservación y la lucha contra las causas que originan su deterioro.

(ACN)