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• 07 / 08 / 2008

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Creado el 3 de febrero de 1994, con el propósito de encauzar planes de desarrollo en esas regiones abruptas y de difícil acceso, responde a los objetivos del Plan Turquino, una iniciativa del entonces Segundo Secretario del Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Entre sus aportes destaca la introducción de nuevas variedades de viandas, hortalizas y granos en áreas del macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, lo que ha permitido incrementar el fondo genético de numerosos cultivos.
      
Sus resultados han beneficiado alrededor de un millón de personas que habitan las regiones montañosas de Guantánamo y Holguín, y ha propiciado el intercambio directo con los productores en la modalidad de extensionismo agrícola del fríjol, las hortalizas, el pimiento, el maíz, la malanga y el ñame, entre otros.

Con cinco laboratorios: microbiología, química-física, biotecnología vegetal, ecología y bioterio, ha potenciado el talento de sus profesionales, estrechamente vinculado con los habitantes de las serranías apartadas.

Un colectivo, mayoritariamente joven, ha incursionado en la tecnología para la producción agroecológica del cocotero, la zonificación agrícola del cacao y acerca del sasafrás, una alternativa para el control biológico de plagas.

Actualmente, con más de 20 proyectos de investigación, se homologa a otros centros  similares en China, Italia, Japón, Estados Unidos y Holanda.

(PL)