"En un país muy extraño vivió hace mucho tiempo un campesino que tenía tres hijos: Pedro, Pablo y Juancito. Pedro era gordo y grande, de cara colorada, y de pocas entendederas; Pablo era canijo y paliducho, lleno de envidias y de celos; Juancito era lindo como una mujer, y más ligero que un resorte, pero tan chiquitín que se podía esconder en una bota de su padre. Nadie le decía Juan, sino Meñique". Así comienza la adaptación que el escritor cubano José Martí (La Habana 1853, Dos Ríos 1895) realizó de un cuento popular en el que se traslada a los más pequeños la moraleja de que "más vale maña que fuerza".