• Publicado por: lena campos
• • Deportes
• 11 / 28 / 2013

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Varias medallas olímpicas cubanas de todos los colores tienen mucho que agradecer a oportunos tratamientos médicos, destacó hoy aquí el doctor Rodrigo Álvarez Cambra, reconocida autoridad en la materia.

Durante una Conferencia Magistral en el marco de la quinta Convención Internacional de Actividad Física y Deportes, el especialista hizo un compendio de sus mayores satisfacciones en la recuperación de atletas de alto rendimiento.

Uno de los primeros que pasó por sus manos fue el corredor Alberto Juantorena, quien fue operado de dos neuromas, dos meses antes de los Juegos Olímpicos de Montreal-1976, pero se recuperó a tiempo para ganar oro en 400 y 800 metros planos.

Para la justa de Moscú-1980, Álvarez Cambra debió tratar al boxeador Teófilo Stevenson de la fractura de dos costillas, y a la jabalinista María Caridad Colón de un esguince grave de columna 10 minutos antes de coronarse.

Una de las más recurrentes en las salas del Centro de Ortopedia Frank País, del cual es director, fue la voleibolista Mireya Luis, a quien trató una luxación del hombro de ataque, una fractura y una hernia dorso-lumbar.

El monarca estival de salto largo Iván Pedroso sufrió una ruptura de ambas porciones del bíceps femoral y ocho meses después ganó el título planetario gracias al esfuerzo del equipo médico del Frank País.

Más recientemente, para los Juegos Olímpicos de Londres-2012, ese colectivo de salud debió atender al luchador Mijaín López, el decatleta Leonel Suárez, la pertiguista Yarisley Silva y el pesista Iván Cambar.

López tuvo una ruptura de grado dos del bíceps femoral izquierdo, Suárez una insersionitis del tendón rotuliar en esa rodilla, Silva una sacrolumbalgia aguda y Cámbar había sido operado poco antes de una lesión en el codo izquierdo.

Todos ellos pudieron recuperarse a tiempo para ganar preseas de distinto color en la capital del Reino Unido, pero según explica Álvarez Cambra, no se trata de magia.

La rehabilitación comprende todo el cuerpo. Si tiene un pie lesionado se mantiene en forma el resto del cuerpo, y por eso logramos que salgan directamente del hospital a competir, y a ganar, explicó.

Álvarez Cambra, quien fue condecorado con la Orden Olímpica por su importante labor a lo largo de más de cuatro décadas, sabe que él y su colectivo de trabajo tienen un pedacito de cada presea lograda por esos y otros deportistas cubanos.

Fuente: Prensa Latina