• Publicado por: lena campos
• • Sociedad
• 02 / 21 / 2013

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Una delegación de congresistas de Estados Unidos ha abandonado Cuba este miércoles, tras una visita de dos días que ha concluido sin acuerdos pero en un ambiente de optimismo marcado por la esperanza de resolver, mediante el diálogo, las disputas que tienen pendientes los dos países.

Uno de los miembros de esta delegación, el senador demócrata Patrick Leahy, ha hecho público un comunicado en el que ha confirmado un encuentro con el presidente cubano, Raúl Castro. En esta reunión, ambas partes discutieron los "obstáculos" que separan a Cuba y Estados Unidos y la "necesidad de mejorar relaciones".

Leahy sugirió el lunes la posibilidad de que esta visita supusiese un punto de inflexión en la situación del estadounidense Alan Gross, detenido el 3 diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para una empresa subcontratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) y que tenía como labor facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.

Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos de comunicación por satélite en el país, algo prohibido por las autoridades cubanas.

El senador Leahy y el diputado Chris Van Hollen, un demócrata que representa el distrito de Maryland en el que residía Gross, visitaron el martes al contratista en el hospital militar donde se encuentra internado, según un portavoz diplomático consultado por Reuters. La delegación estadounidense no ha dado detalles de este encuentro.

Cuba vincula el futuro de Gross con el de 'los cinco' agentes cubanos condenados en Estados Unidos a penas que van desde los 15 años a la cadena perpetua. Todos ellos fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 por el FBI y han sido acusados --entre otros delitos-- de "conspiración para cometer espionaje" en favor del entonces Gobierno de Fidel Castro.

El Ejecutivo de Estados Unidos ya ha advertido de que no mejorará sus relaciones con La Habana mientras Gross continúe detenido, lo que ha dejado en punto muerto el acercamiento que se produjo con la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama.

Entre los miembros de la delegación que han visitado esta semana Cuba, sin embargo, no ha cundido el pesimismo. Sus integrantes consideran que la postura mantenida por las autoridades cubanas demuestra su disposición para seguir dialogando.

Fuente: Europa Press.es