• Publicado por: lena campos
• • Polí­tica y Gobierno
• 01 / 10 / 2013

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El tratamiento de su cáncer pélvico le impide regresar a Venezuela y jurar por cuarta vez el cargo de presidente

La toma de posesión de Hugo Chávez está adquiriendo tintes de novela de misterio con incorporación diaria de nuevos argumentos. El Gobierno venezolano confirmó ayer que el presidente no podrá asistir a la ceremonia de investidura que debía celebrarse mañana ya que el equipo médico que le atiende en La Habana ha recomendado que siga ingresado.


El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, leyó una carta del vicepresidente del país, Nicolás Maduro, en la que se invoca el artículo 231 de la Constitución para defender la posibilidad de fijar una nueva fecha que permita la toma de posesión de Chávez posteriormente, informa AFP. Este anuncio tuvo lugar horas después de que el ministro de la Comunicación y la Información, Ernesto Villegas, asegura que el mandatario «está asimilando» el tratamiento. Mientras la oposición ha enviado una carta de alerta a la Organización de Estados Americanos.

¿Estará el presidente electo, de 58 años, en condiciones de viajar hasta su país para jurar su cuarto mandato? No parecía probable que Chávez estuviese en condiciones de un viaje cuando supuestamente su salud es muy delicada tras una compleja cirugía, la cuarta en 18 meses, para atajar el cáncer de la zona pélvica que padece.

Según dijo Villegas, «el presidente se encuentra en una situación estacionaria en relación con la descrita en el más reciente parte, cuando se informó sobre la insuficiencia respiratoria que enfrenta el comandante Chávez como consecuencia de una infección pulmonar sobrevenida en el curso del posoperatorio. El tratamiento viene siendo aplicado en forma permanente y rigurosa, y el paciente lo está asimilando». En el comunicado leído por el ministro la noche del lunes invitaba a «desoír los mensajes de guerra psicológica que desde el extranjero pretender perturbar a la familia venezolana».

«Mero formalismo»
Poco antes, Cabello había aportado otro ingrediente al asegurar que «nosotros no descartamos absolutamente nada». Sí enfatizó que él no jurará como presidente del país, porque «la única manera es que haya falta absoluta» y esa circunstancia no se da, porque Chávez es el presidente con permiso parlamentario para recibir tratamiento médico. Además, azuzó la incertidumbre al convocar una gran concentración frente a la sede del Gobierno. Y para rematar dijo que «una cantidad de presidentes de países amigos, jefes de Gobierno y primeros ministros de algunos países» acudirán a apoyar al comandante.

El titular del Congreso, un hombre muy respetado por los militares, denunció que «hay un grupo de personas», que calificó de «naturalmente disociadas», que siendo «minoría» quieren «imponer su criterio» porque «no han querido entender lo que está ocurriendo en Venezuela y que creen que el 10 de enero es para ellos un 11 de abril», en referencia al golpe de Estado contra Chávez de 2002. Asimismo, aseguró que «aquí no va a haber ningún enfrentamiento. Los chavistas somos muy tranquilos».

Sin embargo, y pese a las reiteradas manifestaciones de normalidad del oficialismo, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) insistió ayer en que si Chávez no jura su cargo, el hilo constitucional se rompería. Anticipándose a que se concrete lo que definen como «violación de la Carta Magna», el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, informó que había enviado a la Organización de Estados Americanos (OEA) una carta alertando de que el 10 de enero «representantes del Gobierno actual romperían el hilo constitucional, al pretender la extensión del actual período presidencial».

El Ejecutivo insiste en que ese acto en un «mero formalismo» que Chávez cumplirá jurando ante el Tribunal Supremo cuando los médicos se lo permitan. El escrito de la agrupación de partidos opositores a la OEA agrega que a raíz de la gravedad del estado de salud de Chávez, se estarían quebrantando además los artículos 3 y 4 de la Carta Democrática Interamericana.

Ante las nuevas afirmaciones oficialistas solo caben preguntas. ¿Podrá estar Chávez en Caracas mañana? ¿Por qué van a viajar dirigentes extranjeros si él no comparece? ¿Cabría una jura virtual vía telemática con los gobernantes de testigos? La respuesta, en un día.

Fuente: Hoy.es