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El Ballet Cubano continúa triunfando en el mundo: Xiomara Reyes nos representa en Nueva York.

La artista nacida y formada en la Isla nos cuenta, sobre sus logros internacionales. Además, comparte sus nostalgias luego de 20 años fuera de su país:

Cubanow: Una cubana que ha logrado llegar a ser Bailarina del American Ballet Theatre de Nueva York ¿Qué opinión le provoca este comentario?

Xiomara Reyes: Orgullo.

CN: ¿Cuántos años fuera de Cuba?

XR: 20 años.

CN: Graduada en la Isla por la Escuela Cubana de Ballet...

XR: Graduada en el 90 como parte de un grupo de alumnas de Loipa Araujo, una de las joyas del ballet cubano.

CN: Hubo otras experiencias internacionales importantes antes de llegar a ser una reconocida figura del Ballet en Estados Unidos. Coménteme acerca de ello.

XR: Estuve bailando con el Royal Ballet de Flanders antes de venir a los Estados Unidos. Allí tuve la oportunidad de ampliar mi repertorio, tanto clásico como moderno, y de experimentar otra cultura, no solo desde el punto de vista del ballet, sino también de la vida en general. Toda experiencia de este tipo te enriquece doblemente, como persona y artista. El hecho de haber tenido la oportunidad de bailar en otros países y de conocer otras culturas, intercambiar con otros artistas, compartir experiencias con ellos, me ha permitido darme cuenta de cuán similares somos los seres humanos, no importa de dónde vengamos.

CN: Una vez graduada, ¿cuáles fueron sus primeras presentaciones oficiales en Cuba?

XR: Una vez graduada, mis primeras apariciones fueron con el Ballet Nacional de Cuba, ya que pasé a integrar su cuerpo de baile, donde tuve la suerte de familiarizarme con una gran parte del repertorio clásico y contemporáneo, de participar en espectáculos con bailarines que había admirado durante toda mi vida. Al mismo tiempo, ya desde hacía unos años pertenecía a la Joven Guardia de Cuba, dirigida por Laura Alonso. El Centro Pro-Danza fue una institución que nos ayudó enormemente a toda esa generación de jóvenes bailarines, para enfrentarnos a papeles de envergadura, cosa que ha sido de un valor inmenso para el resto de mi carrera.

CN:¿Cuáles son sus recuerdos más preciados de la Isla?

XR: Todos mis años de estudio con tanta gente de excepción. Mi pasión por el baile, el sol, el mar. Y ahora mi vuelta a Cuba hace dos años, el calor de la gente, su orgullo por lo que he logrado. La oportunidad de compartir ese logro con el público cubano. La reacción de mis colegas del American Ballet Theatre (ABT), no solo ante la belleza de Cuba, sino también por el respeto hacia el público cubano, que es muy conocedor. Mis sobrinas, que dejé siendo niñas y que al volver son unas mujeres bellas y talentosas. Mi hermana, que ha hecho un trabajo espectacular con ellas.

CN: ¿Cómo llega Xiomara a la compañía de mayor reconocimiento en el mundo del ballet?

XR: Por avión... (Risas.) La verdad es que he sido una de las pocas personas que ha entrado al ABT por un video. Necesitaban una solista y yo había enviado el mío; les gustó y me invitaron a trabajar por un mes. Al final del mes bailé en Miami con ellos y entonces fue cuando me propusieron formar parte del American Ballet oficialmente.

CN:¿Qué representa para usted regresar a Cuba luego de tantos años para bailar en un Festival de Ballet?

XR: ¡Increíble! Los nervios, la locura, y ese final con un ramo de flores en los brazos, sintiendo en cada célula de tu cuerpo tanto amor por ese público que vio tus primeros pasos en la escena, y que ahora comparte junto a ti el regreso. Increíble el agradecimiento que se siente en ese momento y sé que es algo que no olvidaré nunca.

CN: Si fuera a mencionar nombres de exponentes de la danza en Cuba que positivamente han dejado una huella en su formación y trayectoria, ¿en quiénes pensaría?

XR: Claro que están Alicia, Fernando y Alberto Alonso; son nombres que son evidentes porque sin ellos no hubiéramos tenido la Escuela Cubana de Ballet.

Laura Alonso, que desde pequeña siempre me inspiró con su pasión por la danza.

Loipa Araujo, con la que tuvimos la increíble suerte de graduarnos y que nos insistía en que un bailarín sin cultura general es limitado. Ofelia González, que con su baile y actuación me inspiraba a soñar con esos roles que la veía interpretar . Silvia Rodríguez, Gloria Marín, Karemia Moreno... la verdad es que es injusto mencionar a unos y no a otros, porque hubo mucha gente que aportó de una manera u otra su semillita en mi alma de joven bailarina.

CN: ¿Entre sus aspiraciones se encuentra volver a bailar en Cuba?

XR: No hay palabras para tratar de explicar la mezcla de emociones que provoca en mí el volver de nuevo a bailar en la Isla. Los nervios, la alegría. Me gustaría tener la posibilidad de hacer en Cuba un ballet completo, que es donde yo me siento siempre con más posibilidad de mostrar la artista que soy ahora y, para ser sincera, es también lo que más disfruto.

Source: CubaNow.net

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