Cuba Headlines en Español

Noticias de Cuba, Noticias de Última Hora en Cuba y el Mundo.



Si para algo sirvió el torrencial aguacero que cayó sobre Miami todo el sábado fue para que el republicano Paul Ryan llegara tarde a su encuentro con los cubanoamericanos, en el restaurante 'Versailles' en el corazón de la Pequeña Habana.

Pero la lluvia no reprimió su ímpetu, si acaso la extensión de sus palabras. "Vamos a ser duros con (Raúl) Castro. Y con (Hugo) Chávez también", dijo el candidato a la vicepresidencia en el 'ticket' del republicano Mitt Romney.
Fue una parada habitual para los políticos, que buscan el apoyo de la comunidad exiliada cubana. Pero en esta ocasión sonó un poco más a redención, porque el 'Versailles' es el cuartel general histórico del anticastrismo, escenario de grandes conspiraciones en décadas pasadas pero que, en esta contienda electoral, andaba un poco de capa caída.


El desliz de Romney
Al contrario de años anteriores, en éste solo ha pasado por su mostrador el frustrado candidato republicano, Herman Cain, que hizo historia cuando le preguntó a un asesor "¿cómo se dice delicioso, en cubano?", para exprimir que le había gustado mucho el café estilo cubano, un expreso azucarado con un poco de espumita flotando. Obama no ha pasado por allí, posiblemente porque los demócratas saben que los parroquianos del restaurante no le quieren mucho. Pero el asunto es que Romney tampoco. Cuando estuvo en la ciudad a mediados del mes de agosto, prefirió presentarse en el 'Palacio de los Jugos', posiblemente tras enterarse que éste año, el dueño del 'Versailles' apoya a la reelección del presidente.


Pero le salió el tiro por la culata, cuando se supo que el dueño del 'Palacio de los Jugos' es un hombre con antecedentes penales por narcotráfico. Fue un disparate tan grande que los estrategas republicanos se ocultaron para no decirlo. El acto fue, por lo demás muy poco 'cubano'. Terminó con música 'country' y nada de 'salsa', 'guaguancó' o un 'Son', ritmos más populares entre los lugareños. Ni siquiera un 'mambo'.


Tocó ahora a Ryan dar la cara por aquel fracaso, probar el café, saludar y fotografiarse con los presentes y prometer que la vida de los hermanos Castro será diferente, si Romney y él ganan las presidenciales en noviembre. La misma promesa de todos los años.


'Vamos a ser muy duros'
"Ellos son grandes maestros. Me han enseñado a que no podemos tener contemplaciones con el régimen de los Castro. No vamos mantener esta política de apaciguamiento (del presidente Obama hacia Cuba), sino que vamos a ser muy duros con los Castro", aseguró Ryan, mencionando como mentores a dos congresistas cubanoamericanos que lo acompañaron en el acto, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart.

Los cerca de dos centenas de asistentes, que acudieron al 'Versailles' casi de madrugada para desayunar con Ryan, lo aplaudieron hasta el delirio, aparentemente sin que les importara mucho que el todavía congresista por Wisconsin ha votado tres veces en la Cámara de Representantes a favor de levantar el embargo comercial a Cuba, incluso contra la opinión de los mismos colegas cubanoamericanos que este sábado lo llevaron a tomar un cafecito en el 'Versailles'.

Los granjeros y agricultores de Wisconsin, grandes contribuyentes de ambos partidos, son conocidos por favorecer un amplio comercio con la isla como forma de vender sus productos, que se encuentran almacenados por falta de mercados. Son una fuerza tan imponente, que a los ex presidentes Bill Clinton como George W. Bush, no les quedó otro remedio que favorecer las ventas. Y aceptar sus donaciones.

Durante su discurso de 10 minutos -estaban previstos 25 pero la lluvia arreció y el candidato tenia que volar a media mañana para una reunión en Orlando, en el centro de Florida- Ryan no desarrolló ninguna propuesta concreta de política sino que se limitó a atacar a Obama constantemente. Sacando a colación que jueves el presidente dijo en una entrevista con la cadena televisiva 'Univision' que "Washington no puede ser cambiado desde dentro", aseveró: "¿Porqué enviamos a los presidentes a la Casa Blanca? Los mandamos para que haya cambios y se resuelvan los problemas en Washington. Y si este presidente ha admitido que no puede cambiar Washington, entonces tenemos que cambiar de presidente", dijo Ryan.

El voto cubanoamericano
La expresión no logró ocultar la preocupación que hay en medios republicanos de Florida, y Miami en particular, después que un sondeo de la conservadora cadena Fox, reveló el viernes que el presidente Barack Obama cuenta con el apoyo de 39% del voto cubanoamericano. Un autentico récord, que hasta ahora era detentado por el propio Bill Clinton, que logró el apoyo del 35% en 1993.

Activistas demócratas como Héctor Caraballo, creen que esto se debe a un rejuvenecimiento del electorado de origen cubano. Gente que ha llegado a Estados Unidos en las últimas décadas, cansada de retórica política, común al castrismo y la línea dura del exilio, y que no se siente atraída por los republicanos. De hecho, en estas elecciones, las contribuciones de los cubanos a las campañas de los dos partidos han bajado considerablemente.

En este paso por el 'Versailles', delante de un público cuya inmensa mayoría se encuentra en la tercera edad y algunos ni siquiera son ciudadanos estadounidenses, sino republicanos por vocación, Ryan evitó abordar terreno movedizo como la cuestión del programa de salud pública gubernamental, conocido como 'Medicare', del cual se benefician la casi totalidad de aquellos a quienes habló.

"Debemos rechazar el plan del presidente de comprometer el 'Medicare' para llevar a cabo su 'Obamacare'", dijo el candidato republicano en inglés, que era traducido al español, para conveniencia de la audiencia. En medio de los aplausos, nadie tampoco pareció preocuparse que la aseveración no fuera cierta, porque la reforma de salud de Obama no recorta un solo centavo a los programas de subsidio de la salud pública.

Pero no solo los congresistas cubanoamericanos acompañaron a Ryan al 'Versailles'. El candidato trajo a su madre, Betty, una jubilada que vive en el sur de Florida, pero que decidió no hablar. Quien si lo hizo fue otro de los acompañantes, el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes, que se prestó para calentar a la audiencia antes de que Ryan apareciera retrasado a causa del aguacero.

Y cuando se fueron, a Bush que domina un poco el español se le escuchó decir a Ryan, con esa confusión muy común entre los angloparlantes que suelen cambiar el género de los sustantivos: "Te acompaño bajo esta lluvia. Los cubanos le dicen 'aguacera'".

Fuente: El Mundo.es

Noticias relacionadas

Comments