• Publicado por: lena campos
• • Pinar del Rí­o
• 09 / 01 / 2012

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Afectada por dos huracanes, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, una reliquia de Viñales, muestra hoy su aspecto original, gracias al trabajo de un equipo de restauradores cubanos.

La iglesia fue construida entre 1880 y 1883 y sufrió los devastadores embates de los huracanes Gustav e Ike en 2008.

El templo, construido en el Valle de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad, muestra hoy su fachada y paredes interiores totalmente renovados, con la ventaja de que en los trabajos de restauración se han respetado las pautas iniciales, confirmó a Prensa Latina el ingeniero Cabrera Nidia, director de la Oficina Provincial de Monumentos.

Explicó que los trabajos incluyeron la restauración de la cubierta de madera, protegida por azulejos tradicionales cubanos (hechos de barro cocido), que se usó hace algunos siglos.

Otro paso - indica - para proteger el edificio fue la recuperación de la planta original y la rehabilitación de las imágenes y elementos decorativos.

Anteriormente, renovado en 1989, la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús se encuentra en el centro de la ciudad, donde hay varias casas de tipo colonial, muchas de ellas parcialmente reconstruidas después de los daños sufridos por los dos huracanes.

Tanto el Valle de Viñales, famoso por sus montañas jurásicas, y la ciudad cercana, fueron incluidos en la lista del Patrimonio Mundial en 1999.

Se distingue por la armonía entre los hombres y su entorno, en el área se preservan las tradiciones agrícolas y culturales, tales como el cultivo de hojas de tabaco, los partidos tradicionales de los agricultores (guateques) y las práctica centenaria de la alfarería y la cestería, entre otras costumbres.

Gustav e Ike causaron daños considerables a los edificios de la zona - 160 kilómetros al este de La Habana -, pero los habitantes lograron borrar una buena parte de las marcas dejadas por los huracanes en la zona, teniendo en cuenta la preservación de los valores que los hace únicos, indica Cabrera.

Para ayudar al rescate de esa zona, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dio un fondo de 75 mil dólares como ayuda de emergencia.

Fuente: Cubarte