Técnica fototipia recordada en la exposición “Raros y valiosos: Taveira”
- Publicado por: Luis Manuel Mazorra
- 11 / 18 / 2011
El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba expondrá el venidero diciembre Raros y valiosos: Taveira muestra dedicada a la impresión facsimilar. Está basada en el libro Tipos y costumbres de la Isla de Cuba que se encuentra en la Biblioteca Nacional José Martí como parte de la colección Raros y valiosos.
Esta muestra que se exhibirá en la Galería del Centro de Información Antonio Rodríguez Morey del MNBA saludará igualmente la declaración del 2011 por la UNESCO como Año Internacional de los Afrodescendientes.
Los piezas centrales de la exposición son las placas de cristal originales que sirvieron para reproducir en el libro las veinte ilustraciones del pintor costumbrista español radicado en Cuba Víctor Patricio de Landaluce, a partir de la fototipia, técnica ya olvidada y que fue introducida en Cuba por el portugués Alfredo Pereira Taveira, pero además podrá apreciarse la edición príncipe del mencionado volumen que data de 1881.
La fototipia fue una invención europea y Taveira, que arribó a Cuba muy joven, hizo posible que la Isla estuviera a la altura de Francia y Alemania en la utilización de esta moderna técnica fotográfica en las publicaciones periódicas.
Este conjunto de fototipias se exhibió hace más de treinta años en el Museo Colonial y desde entonces no se expone por lo que constituye una magnífica oportunidad de apreciar esta técnica tan importante en su tiempo y tan olvidada, que se guarda en los archivos en el Gabinete de Estampas del Museo Nacional de Bellas Artes desde 1913 en que fueron donadas por el mismo Taveira antes de morir ese mismo año.
Taveira publica en el periódico El Museo el primer fotograbado realizado en Cuba, colaboró con el periódico El Fígaro y además llevaba la labor artesanal del fotograbado en casi toda la prensa nacional.
El libro Tipos y costumbres de la Isla de Cuba, que pertenece a la Colección Raros y Valiosos de la Biblioteca Nacional, cuenta con un prólogo redactado por el doctor Antonio Bachiller y Morales y en el mismo aparecen un grupo de textos de los más prestigiosos costumbristas de la época que se corresponden con las ilustraciones de Landaluce.
Este volumen se encuentra en todas las bibliotecas del país pues a cada una se donaron dos ejemplares, lo cual permite que sea leída y disfrutada por los lectores en general, esta joya bibliográfica del siglo XIX, que por su grado de fragilidad no hubiera sido posible sin esta edición facsimilar.
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