Hemingway visitó y vivió en Cuba desde el 1930 hasta 1960, primero se instaló en el Hotel Ambos Mundos y posteriormente en la que fuera su residencia oficial, la Finca Vigía, actualmente un museo. Dicha casa fue construida en la década del 80 del siglo XIX y ocupa 15 acres de tierra sobre una colina ubicada diez millas al sureste de La Habana. Hemingway donó la casa y los terrenos al pueblo cubano cuando se marchó hacia Estados Unidos y la propiedad se ha preservado totalmente como si aún viviera allí.

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Hemingway visitó y vivió en Cuba desde el 1930 hasta 1960, primero se instaló en el Hotel Ambos Mundos y posteriormente en la que fuera su residencia oficial, la Finca Vigía, actualmente un museo.

Dicha casa fue construida en la década del 80 del siglo XIX y ocupa 15 acres de tierra sobre una colina ubicada diez millas al sureste de La Habana. Hemingway donó la casa y los terrenos al pueblo cubano cuando se marchó hacia Estados Unidos y la propiedad se ha preservado totalmente como si aún viviera allí.

El mobiliario original, los trofeos de caza de los safaris en África, la máquina de escribir donde  solía hacer sus cuartillas de pie, incluso las notas con lápiz en la pared del baño cuando trataba de perder peso, se mantienen meticulosamente.

Una torre fuera de la casa principal posee otra habitación para escribir con una vista espectacular de la Finca Vigía, el famoso novelista  nunca escribió en esta instalación que para su gusto era demasiado callada y aislada, prefería el bullicio y el ir y venir de la casa principal desde donde solía escribir sus obras.  

No se autoriza a los visitantes entrar a la casa, pero cualquiera puede observar a través de las puertas y ventanas abiertas para una observación meticulosa del interior soleado y fresco.

Existe una piscina vacía e inmensa donde se dice que la actriz Ava Gardener nadó y se puede apreciar el bote de pesca de Hemingway, El Pilar, el cual fue remolcado hasta allí para ser mostrado debajo de un gran techo. El carro del famoso escritor un Cadillac convertible se localiza debajo de una lona impermeable para su reparación.

Hemingway amó la naturaleza exuberante de Cuba, y así lo refleja en Islas del Golfo y además afirmó en más de una ocasión que la isla le daba suerte para escribir, pero  los vínculos de Ernest Hemingway con la isla transcienden el umbral de los que vienen en busca del trópico, sino que en una apreciable identificación con la cultura y religión cubana, le otorga a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba su medalla del premio Nóbel de literatura conferido al escritor en 1954.

Por: Rafaela Manso

Tomado de Radio Habana Cuba en Turismo

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