La décima, una flor viva en Cuba
- Publicado por: manso
- 07 / 05 / 2011
Por Anubis Galardy.04 de julio de 2011, 13:35La Habana, 4 jul (PL) La décima mantiene su lozanía en Cuba cultivada con esmero de generación en generación, con un programa televisivo que la singulariza cada domingo, Palmas y cañas, refugio de tonadas campesinas, guateques y amistosas rivalidades entre repentistas.
Pero sin duda uno de los destellos de su esplendor cobra abrigo anualmente en las Jornadas Cucalambeanas, fundadas hace 17 años en la oriental ciudad de Las Tunas, donde la espinela brilla en su reino propio, acunada por especialistas y cultores del género, cobijada por uno de sus máximos exponentes en la isla, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo.
A su seudónimo artístico, El Cucalambé, deben su nombre las Jornadas, que en 2011, del 28 de junio al 3 de julio, rindieron tributo al aniversario 182 de su natalicio.
Una fiesta de la décima que no debería acabarse nunca, declaró el poeta y ensayista cubano Virgilio López Lemus, en la recién concluida edición de este festejo, al calor de un Coloquio Iberoamericano en el que abordó desde el nacimiento de esta forma poética hasta su evolución y cambios de estructura.
Tambien su relevancia en relación con la música y la identidad hispánica.
"Dicen que una tradición está a punto de desaparecer cuando aparecen los eruditos", expresó lanzando al aire esta flecha incitadora, para añadir sin pausas: Yo llevo 20 años escribiendo sobre el tema".
"Por lo tanto, la tradición está virgen, viva, creciente, expandiéndose territorialmente, llena de gente entusiasta. La décima no es transmisora de identidad: es identidad", afirmó
El Coloquio abrió cauce al diálogo de especialistas, investigadores y artistas de América y España sobre el patrimonio inmaterial de los pueblos, sus esencias y la necesidad de preservarlos y enriquecerlos.
Desde otro ángulo, el investigador argentino Abel Aníbal Zabala dirigió una mirada retrospectiva al arte payadoril rioplatense, su esplendor en una época determinada, las causas de su declive, su resurgimiento y aporte de las dos últimas generaciones.
Como complemento, se presentaron el libro Esta cárcel de aire puro, de Waldo González y Mayra Hernández; los audiovisuales Empínese una tonada, de Niuver Rodríguez y Manuel Herrera; y De parranda y bien alante, de Patricia Tápanes. Además la multimedia El Cucalambé en la fiesta suprema, Premio Cubadisco 2010.
En el espacio El Catauro, de promoción literaria, se puso en circulación El libro de los desterrados, de Carlos Esquivel y Diusmel Machado, Premio Iberoamericano Cucalambé 2010
En él tuvo cabida, a la par, un tributo a la tradición humorística de la cultura campesina mediante mediante estampas y controversias; la premiación del concurso Décima de cordel, que ganó el tunero Antonio Borrego, y fue convocado el II Concurso Iberoamericano de Décima Humorística.
Lo organizan la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Nápoles Fajardo, de Las Tunas; y la Casa de Cultura Narciso Cenadel, de la localidad de Alvarado, en el estado mexicano de Veracruz.
La decima es una flor viva en Cuba, en cuyo cáliz florecen la semilla española y el injerto nutricio de una América mestiza que la alimenta y expande, en permanente vigencia, como ocurre en países como México y Colombia, donde goza de fuerte arraigo, más allá de las zonas rurales.
Aquí tiene en sus márgenes exponentes de la realeza de los fallecidos Justo Vega, Adolfo Alfonso, Coralia y Ramón Veloz. A su vera, la reina Celina González, imbatible en su trono, e Inocencio Iznaga, el Jilguero de Cienfuegos, para citar algunos. Luis Paz (Papillo), el director del Centro Iberoamericano de la Décima, es otro de sus jerarcas.
A la corte se suman poetas como el extinto Jesús Orta Ruiz y el joven Alexis Díaz Pimienta, de imaginación portentosa y dueño de una aventura mayor: una edición de Don Quijote en décimas para el público adolescente.
La décima, presente en la idiosincrasia cubana, reverenciada por los poetas mayores, a flor de piel popular, continuada en los talleres de repentismo infantil, diseminados por todo el país, que garantizan su renuevo y floración permanente.
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