• Publicado por: manso
• • Editoriales
• 01 / 19 / 2011

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FRANK AGÜERO GÓMEZ. Estados Unidos mantiene la persecución de los activos y las actividades comerciales y financieras de Cuba. La noticia debería ser: Restituyen a determinados norteamericanos el derecho a viajar libremente a Cuba, en lugar de la anunciada el 14 de enero que supone nuevas medidas del gobierno de Obama para flexibilizar el bloqueo.

En efecto, los tres cambios aprobados por el Presidente de Estados Unidos no alteran en sustancia las múltiples prohibiciones que ese país estableció en casi 50 años para dificultar a la isla el comercio bilateral, primeramente, y luego con el resto del mundo, así como todo tipo de contacto con su población condenándola a extinguir seculares anhelos de soberanía y desarrollo.

Lo positivo que ha hecho el actual mandatario es restituirle a una parte de norteamericanos vinculados a las esferas de la educación, académicos, del mundo cultural y religioso, el derecho que otras administraciones le habían negado a visitar su vecina Cuba con fines profesionales.

Otro tanto a su favor es permitir en lo adelante, que los ciudadanos estadounidenses que lo deseen puedan enviar ayuda en remesas a ciudadanos cubanos en cantidades limitadas, exceptuando de esta recepción a las categorías que la Ley Helms Burton prohíbe.

Una tercera enmienda se refiere a la autorización de aeropuertos internacionales de EE.UU. a solicitar permiso para operar vuelos charter directos a Cuba, bajo determinadas condiciones.

Con estas disposiciones, como indican atinadamente algunos observadores, se está reconociendo a los ciudadanos norteamericanos derechos constitucionales que el gobierno de Bill Clinton respetó en la década de los 90, y su sucesor George W Bush le escamoteó en 2003 con el pretexto de sancionar a Cuba por supuestas violaciones de derechos humanos

El Gobierno cubano considera estos pasos positivos, que responden a esfuerzos de varios años de amplios sectores de la sociedad norteamericana y expresan el fracaso de la política injerencista de fuerza para dominar a su pueblo.

Advierte el MINREX que, no obstante, se quedan por debajo de esos justos reclamos, tienen un alcance muy limitado y no modifican la política de Estados Unidos hacia Cuba.

Estas medidas —puntualiza la declaración cubana—confirman que no hay voluntad para cambiar la política de bloqueo y desestabilización contra Cuba.

NI VIAJES NI COMERCIO

El problema sustantivo, en cuanto a los viajes, es que los norteamericanos son los únicos ciudadanos de todo el mundo que no pueden visitar a sus vecinos de la Mayor de las Antillas, debido a prohibiciones expresas codificadas desde 1996 en la Ley Helm Burton y torpedeada su derogación, fundamentalmente, por legisladores republicanos.

La última de estas oportunidades fue aplazada nuevamente en diciembre pasado, previo al receso por el final de año, según declaró un congresista demócrata al periódico The Hill, que cubre asuntos legislativos.

El representante Bill Delahunt, demócrata de Massachusetts y miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara baja, dijo al diario que "es absurdo que el Congreso mantenga restricciones arraigadas en una mentalidad de Guerra Fría que es irrelevante en la situación actual", reportó un despacho noticioso de EFE.

Continúa la agencia española:

"El proyecto de ley sobre los viajes de estadounidenses a Cuba fue aprobado por el Comité de Agricultura de la Cámara baja en junio, y se estancó en septiembre en el Comité de Asuntos Exteriores.

"El Partido Demócrata perdió la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones del 2 de noviembre En la nueva legislatura, los representantes demócratas son renuentes a añadir otro tema controvertido en la agenda de la Cámara.

"El punto es que no habrá acción" en cuanto a los viajes a Cuba, dijo Delahunt una opinión que, según el diario, comparte el representante Brad Sherman, demócrata.

Dos proyectos de ley similares, presentados en el Senado en 2009, ni siquiera pasaron de los comités.

"El proyecto de la Cámara baja lo patrocina el demócrata Collin Peterson, quien preside el Comité de Agricultura, y permitiría que todos los estadounidenses viajen, sin restricciones, a Cuba.

Dicho proyecto de ley, según la misma fuente, también propone la eliminación de algunas restricciones vigentes para las exportaciones de productos agropecuarios a Cuba.

"Los productores agropecuarios estadounidenses podrían beneficiarse enormemente con el acceso a nuevos mercados en Cuba, particularmente cuando nuestra economía necesita exportar", dijo al diario la senadora Amy Klobuchar, demócrata de Minnesota y patrocinadora de uno de los proyectos de ley en la Cámara alta.

Según Klobuchar, la legislación, si fuese aprobada, "ayudaría a crear empleos mediante la promoción de las exportaciones agropecuarias estadounidenses, y eliminaría la prohibición de viajes a Cuba permitiendo que los granjeros y empresarios estadounidenses desarrollen una base de clientes en Cuba".

Pero al parecer tampoco saldrá adelante en lo que resta de la actual administración, la cual tiene limitada su iniciativa a disposiciones parciales como la que acaba de ser divulgada.

ALIENTO A LA SUBVERSIÓN

Las medidas anunciadas, en efecto, no cambian el bloqueo a Cuba, condenado demasiadas veces por la comunidad internacional y desoído otras tantas por las principales autoridades ejecutivas de Estados Unidos.

Al anunciarlas, los funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos dejaron bien claro que el bloqueo se mantendrá intacto y que se proponen usar las nuevas medidas para fortalecer los instrumentos de subversión e injerencia en los asuntos internos de Cuba, destacó el comunicado del MINREX.

Su propósito de cambiar el sistema político que libremente escogieron los cubanos en nada ha variado, como tampoco la política injerencista en los asuntos internos de la Mayor de las Antillas tantas veces denunciada por las máximas autoridades del país.

El clima de posible diálogo entre los dos países puede variar, lo demuestra una mayor receptividad y la más reciente reanudación de conversaciones sobre temas migratorios, en un ambiente de respeto, por cierto infringido por la parte norteamericana como diera a conocer el gobierno cubano en comunicado del MINREX el 13 de enero.

No es Cuba quién pretende dictarle a Estados Unidos el régimen que debe regir la vida de sus ciudadanos ni sus instituciones. Tampoco organiza, financia y alienta la subversión de los valores en los que creen. No alienta en los cubanos el sentimiento revanchista hacia ningún vecino ni le impide a los norteamericanos el contacto con la realidad de la isla, conocer de sus logros e imperfecciones.

Los obstáculos para ampliación de contactos de todo tipo, pues, no están de la parte cubana. Elimínese el bloqueo y con él vendrán abajo las absurdas prohibiciones que perjudican también a los norteamericanos.

Fuente: EXCLUSIVO, 18/01/11

Tomado de: www.cubahora.cu/