El actual líder del gobierno cubano, Raúl Castro, planea poner en marcha una profunda reforma económica y política en la isla en pocas semanas, según adelantó el diario español El País.

 

Los cambios se harían en medio de las históricas liberaciones de presos políticos, que hasta el momento serían 52 disidentes.

Llegó al poder en el 2006, de forma provisoria, cuando su hermano Fidel se enfermó y tuvo que abandonar el poder del estado cubano.

 

En varias oportunidades, Raúl Castro había dicho que en la isla hacen falta “cambios estructurales”, en especial en lo económico pero también en lo social. Por eso empezó a rebajar lo que él mismo definió como “exceso de prohibiciones”.

Según publicó el diario español, entre las reformas estructurales se encuentran la ampliación del trabajo por cuenta propia, la cooperativización de servicios, recortes en la plantilla de empleados estatales y la preparación para eliminar la doble moneda.

También seguirán reduciéndose subsidios y gastos sociales, con el objetivo de hacer sostenible el sistema. A la vez, se avanzará en la renegociación de la deuda para aliviar las tensiones financieras.

Las reformas tienen lugar por los problemas que tiene Cuba para cubrir las necesidades de su población con la producción local. Con la crisis del 2008, el ahogo económico que tiene la isla parece que no deja otra opción que cambiar el modelo.