Reformas en la agricultura cubana siguen su curso para el nuevo año
- Publicado por: admin
- 12 / 20 / 2009
Reducir la fuerte dependencia de Cuba de las importaciones de leche, maíz y arroz es la meta de las reformas emprendidas por Raúl Castro desde que reemplazó el año pasado como presidente a su convaleciente hermano Fidel.
En los verdes campos salpicados de palmeras de La Habana, los agricultores dicen que hay señales de cambios pese a la frecuente escasez de insecticidas, combustible y sistemas de riego.
"Ha mejorado bastante bien todo (...) no es perfecto pero ha mejorado bastante (...) Yo estoy contento", dijo Lázaro en su pequeña finca en Bejucal, a unos 32 kilómetros de la capital.
En el último año comenzó a trabajar otras cinco hectáreas y espera casi duplicar su cosecha de boniatos en el 2010.
"Yo vendo al Estado y el año que viene tengo un plan para 600 quintales. Los cumplo y lo que sobra ya es para mí, pero para mi es mejor vender al Estado que vender afuera", agregó.
Además de entregar tierras ociosas en régimen de usufructo, Castro ordenó fuertes aumentos en los precios que el Estado paga por algunos productos agrícolas, buscando alentar la producción.
En Bejucal los criadores de ganado ahora reciben 35 centavos, menos de dos centavos de dólar, por un litro de leche, pero es más de tres veces lo que el Estado les pagaba hace un año. Y el nuevo sistema parece dar resultado. También reciben vales que pueden usar para comprar insumos en tiendas en moneda dura.
"La producción ha aumentado muchísimo porque les están dando varios beneficios a los campesinos, se les están entregando ropas, pienso para las vacas y les están dando alambre para cercar", dijo Reinaldo Rodríguez, un recolector municipal de leche de 62 años, mientras llenaba a cubos una cisterna gigante en un trailer.
Un grupo de jubilados, que igual que los niños reciben una ración de leche del Estado, hacían fila cerca de allí, con las libretas de racionamiento en una mano y botellas de plástico vacías en otra.
Autoabastecimiento nacional
Raúl Castro, un ex ministro de Defensa que ha dicho que la autosuficiencia alimentaria es un asunto de seguridad nacional, lanzó el año pasado un programa para entregar 1,69 millones de hectáreas de tierras ociosas en usufructo a los agricultores privados.
Las granjas familiares y las cooperativas ocupan un 20 por ciento de las tierras agrícolas en Cuba, pero el jefe de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Orlando Lugo, ha dicho que ese sector suministra el 60 por ciento del arroz, 65 por ciento de la leche y 80 por ciento del fríjol y el maíz.
Parcelas de tierras estatales ociosas fueron entregadas en usufructo a unos 70.000 campesinos, dijo Lugo a medios oficiales la pasada semana.
Castro también está intentando reducir la burocracia en el sector, convirtiendo grandes e ineficientes granjas estatales en unidades más pequeñas y reubicando al personal administrativo en tareas de producción.
La preocupación de Castro con la seguridad alimentaria lo hace más proclive a introducir algunas reformas en el sector.
Las importaciones de alimentos cuestan unos 2,2 millones de dólares al año a la isla de 11 millones de habitantes, unos 700 millones de los cuales son comprados a Estados Unidos, su mayor suministrador de comida. La mayores importaciones son de arroz y frijoles, productos fáciles de cultivar en la isla.
Sin embargo, mientras los periódicos estatales reportan acerca de eficientes cosechas y establecimientos ganaderos o el incremento en la producción de arroz, las estadísticas oficiales todavía no muestran un giro ascendente en la producción total.
Cuba también ha sido incapaz de sacar ventaja del aumento en los precios internacionales del azúcar, su principal cultivo de exportación, cuya producción se estancó en unos 1,3 millones de toneladas.
¿Nuevas reformas?
Cuando Raúl Castro asumió la presidencia en febrero del 2008, muchos esperaban reformas económicas más profundas y algunos dicen estar decepcionados por el lento ritmo de los cambios.
El Parlamento cubano se reúne el domingo, pero pocos analistas esperan que Castro extienda a otros sectores los cambios que introdujo en la agricultura, aún cuando la crisis global está agravando los problemas económicos de la isla.
Medios estatales han reportado cómo los tomates se pudren en los campos porque no fueron recogidos a tiempo y el Gobierno está tratando de descentralizar la comercialización de los productos para cubrir las necesidades de los consumidores.
Los irregulares suministros de agroquímicos y fertilizantes, cuya carencia los funcionarias achacan al embargo de Estados Unidos a Cuba, ha obligado a los productores a usar técnicas orgánicas y algunos ven el país como un modelo de agricultura ecológica.
En las afueras de Bejucal, el mercado cooperativo Romerico Cordero utiliza trampas multicolores para alejar los insectos en las plantaciones de zanahorias, cebollas y rábanos, pero los métodos orgánicos no siempre son suficientes.
Fuente: Yahoo.com y Reuters
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