Cría de cerdos gana intensidad en Las Tunas
- Publicado por: admin
- 11 / 25 / 2009
Debido a sus bajos costos y su armonización con la salud medioambiental, el sistema de cama profunda para la crianza de cerdos gana adeptos entre los campesinos de la provincia de Las Tunas, territorio a 690 kilómetros al este de La Habana y cuyos porcicultores aspiran a comercializar en 2009 unas cinco mil 260 toneladas de carne, su más alta oferta en un año.
De acuerdo con productores y expertos, la cama profunda es una tecnología muy apropiada para la crianza sostenible de esos animales, pues su empleo permite sustituir los pisos de concreto y otras costosas estructuras por armazones en las cuales se emplean recursos desechables que abundan en cualquier localidad.
Aldo Rodríguez Prieto dirige una cooperativa campesina muy exitosa, también, en el cultivo del tabaco.
Afirma el dirigente cooperativista que “ahorra importaciones al país y nos ayuda a superar numerosos obstáculos en nuestro empeño por suministrar mayor cantidad de carne a la población en el menor tiempo posible, y sin afectar el entorno”.
Presidente de la cooperativa de crédito y servicios Omar Pérez Pérez, ubicada en el municipio de Las Tunas, este apasionado promotor de la ciencia y la innovación tecnológica celebra el hecho de que en la construcción del referido sistema pueden
emplearse aserrín, paja y bagazo de caña, maloja de maíz, sorgo y millo; cáscara de arroz, maní y café; hojas de plátano y otros residuos de cosechas agrícolas.
Utilizados según las normas establecidas para este tipo de tecnología, esos desperdicios aminoran los malos olores y la presencia de moscas, constituyen una fuente alternativa para alimentar las vacas y demás rumiantes, generan un excelente
abono, aportan materia prima para producir biogás y ahorran agua, muy deficitaria en esta provincia, que es la más seca de Cuba.
Surgido en China en la década de los 70, el sistema de cama profunda fue instaurado en Europa muy prontamente, también se desarrolla con éxito en México y Venezuela, y aunque en Cuba se introdujo hace poco, ya son muchos los porcicultores interesados en aplicarlo, puesto que constituye una promisoria alternativa para incrementar el consumo popular de proteína animal.
Fuente: www.tiempo21.cu/
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