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• 02 / 24 / 2009

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La célebre finca, que saluda a lugareños y visitantes con sus espigados sembrados y una portada centenaria, acogerá en sus predios a una plaza de festejos y un museo, destinados a reverenciar la historia del lugar y los encantos de la codiciada planta.

Un proyecto, auspiciado por la sede universitaria local y varias instituciones territoriales, convertirá a ese paraje campestre en uno de los principales atractivos del municipio de San Juan y Martínez, conocido internacionalmente como la "Meca del tabaco".

El nuevo diseño del lugar incluye un mirador, caballeriza, almacén, minitiendas, bar-cafetería y otros espacios abiertos, que serán escenario de presentaciones artísticas y muestras de artesanías, informa el semanario Guerrillero.

Entre las prioridades de la iniciativa sobresale el desarrollo de una cultura agrotecnológica que permita preservar la calidad de los suelos de ese sitio, dañados años atrás por las crecidas del río que lo circunda.

Las inundaciones (que cesaron con la construcción de una presa) provocaron cierto
empobrecimiento de las cosechas, aunque el empeño de los labriegos logró borrar las secuelas de las adversidades naturales.

Adquirida en 1860 por el catalán José Gener y Batet, la finca produce hojas empleadas desde entonces para torcer habanos de excelencia por su aroma, textura y color.

Bautizados con el nombre de Hoyo de Monterrey, los apetecidos puros dieron vida a una de las primeras marcas comercializas por la Isla, que conserva su primacía en el mercado mundial.

(PL)