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• 10 / 10 / 2008

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Libro que al decir de su antologador, no es una selección de cuentos, como tampoco es exactamente una selección de autores, sino más bien una colección de autores. Desde la más reciente ganadora del Premio Casa de las Américas, la Argentina Samanta Schweblin, hasta el más joven ganador del Premio Alfaguara, el peruano Santiago Roncagliolo.

Una lectura ingenua o superficial pudiera notar en estas historias una ausencia de grandes conflictos o incluso un descompromiso con eso que suele llamarse realidad, y no andaría del todo descaminada. Aquí no se retrata la realidad, incluso se la omite a ratos o se le ignora totalmente. La historia cede paso ante el suceso. No se reporta un gran fuego, apenas se habla de las cenizas.

Es esta parte el territorio compartido por estos autores –nacidos después de los 60- y sus pares cubanos. La literatura dentro de la literatura, la televisión –el reality show- como medio descomunicador, la fractura de la familia y de las relaciones personales, el brechtiano distanciamiento defensivo ante el otro, también como heredad común.  

(Cubarte)